lunes, 22 de junio de 2009

Ojo de pez

Bianca vio su vida pasar frente a sus ojos. Sus pupilas se dilataron tanto que cabía el mundo. Un enorme charco de sangre bañaba su cuerpo y el de Pedro, a su lado, casi sobre ella. Del tajo en su cuello brotaba la sangre a borbotones, tiñendo de rojo las blancas páginas del libro entre sus manos, donde podía divisarse penosamente un título…. “Crimen y Castigo”.
“¡Si esto fuera cine!”, pensaba Pedro entre lágrimas y espasmos. “¡Si tan sólo esto fuera cine!, esta sangre no sería más que vaselina y colorante, este cuchillo no tendría filo, este tajo sería sólo maquillaje, y Bianca… ¡ah, Bianca! No te hubieses embarcado en este viaje sin retorno”. Las lágrimas caían en cascadas desde sus ojos fundiéndose en el charco de sangre.
Pedro, joven e ingenuo cinéfilo, sólo percibe la vida en tomas y escenas, no puede ver más allá de su propia cámara, sus ojos no son más que dos gran angular, dos ojos de pez.
Bianca, solía nutrirse diariamente con una porción de literatura cada tres horas. Todo para ella podía expresarse en palabras sobre papel, todo podía reducirse a grafemas, puntos, comas y notas al pie de página.
Frutos de un mismo árbol, Bianca y Pedro veían la vida a través de lentes tan distintos como similares.
Y ahí estaban los dos, empapados en sangre y lágrimas, amalgamados en un abrazo infinito. Pedro se perdía en las eternamente dilatadas pupilas de Bianca. Acarició con sus ojos todo ese cuerpo azul. Su boca, su suave cuello, su pelo, sus pechos, su vientre, su sexo… detúvose a contemplar ese dulce y codiciado sexo inmaculado. Mientras lo observaba, con una mano hacía el mismo recorrido que antes hicieron sus ojos y con la otra se desprendía lentamente el pantalón. Ambos cuerpos quedaron al desnudo, completamente despojados de toda vestimenta.
Pedro recorrió una vez más el cuerpo de Bianca, pero esta vez con su boca, con su lengua. Besó su sexo tiernamente y de igual forma lo penetró. Le hizo el amor tan exquisita y perfectamente… Su cuerpo sobre el de ella, su boca comiendo la suya, su sexo tan adentro, impregnándose de ese delicado néctar virginal.
Empapado en sangre, lágrimas, sudor y semen, aún dentro de Bianca, Pedro tomó el mismo cuchillo que había cortado ese aterciopelado cuello, se arrancó los ojos y se cortó el pene….

8 comentarios:

  1. Yo todavía no soy tan torcido... Tengo rival.

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  2. Excelente, genial... En serio.

    Por cierto, este texto responde a MI desafío Reverendo. Tendrá que esperar la respuesta al suyo, si alguna vez llega. Ja! Ya planté bandera.

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  3. Interesante texto el que ha redactado en respuesta a MI desafío. Algo retorcido y a la vez poético. Me simpatiza la mención de Crimen y Castigo. Yo tuve mi etapa Raskolnikov en una época, si señor.
    Su relato está vinculado en mi sitio. Saludos.

    PD: Nunca supe qué le pareció mi relato, jjajaj.

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  4. Es mío! Y el próximo también! Y el otro y el otro y el otro! Mío, todo mío!!!

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  5. Bueno bueno, eh! Voy a tener que poner los puntos sobre las ies... esto, es MIO! o se olvidan de ese detallito? ... no se lo disputen más la pedo, amigos. Gracias igual, me siento halagada.

    Alfred: no me creo diga de ser tu rival... aún.

    Frank: gracias :) me encanta que te guste, sos mi primer crítico.

    Reverendo: un placer que le haya gustado, quisiera saber qué piensa sobre la relación de Bianca y Pedro, porque hubo uno que conocemos ud. y yo que en un principio no la interpretó como yo la planteé, sáqueme la duda. Su relato, creí haberlo comentado, mis disculpas, me pareció sencillamente genial, un tanto imbricado, casi espiralado diría, en un buen sentido, oscuro pero levemente ingenuo "Había una vez un chico..." qué manera de empezar! Ah, y gracias por vincular mi relato en su sitio, un honor.

    Buenas noches y buena suerte...

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  6. La relación es en verdad extraña. Si ella hubiese sido el verdugo cerraba perfectamente en la modalidad "mantis religiosa". Pero al castigarse él solito me hizo pensar bastante en Edipo Rey (aunque éste no incluía la castración). También en la neurosis culposa de Raskolnikov.La verdad, no se si lo interpreto bien, pero me parece que Bianca y Pedro vivían en planos mentales diferentes y que nunca lograron comunicarse del todo. La muerte compartida se convertiría en el primer y último instante compartido realmente por ambos, pero... hasta qué punto? Quizás en ese momento también estaban cada cual refugiado en su país interior . ¿Me equivoco mucho?

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  7. Guau! Qué análisis profundo... aunque yo, inocentemente, sólo le preguntaba si entendía la relación fraternal entre Bianca y Pedro, veo que si, por lo de Edipo, muy buena deducción, precisamente por eso es lo de los ojos, claro está. Lo de la "mantis religiosa" la verdad no lo comprendí.
    Podría decirle cuán correcta o errada es su interpretación, pero siendo justamente una interpretación, no lo diré, la lectura es totalmente subjetiva y no existe interpretación errada, además, ¿qué gracia tendría si yo le explicara el sentido?
    Sólo diré que su interpretación me deja completamente satisfecha.

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  8. Ah... me olvidaba: un honor tenerlo entre los mios. Púrpuramente va creciendo lentamente.

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