Ah, mi orgullo! así la llamo yo, "mi orgullo de fotógrafa frustrada", quizás debería cambiarle en nombre, pero no. No sé cómo hice, pero en esta foto pude captar exactamente lo que veía, y fue tan espontánea...Mucho se lo debo a mi modelo Maitena, de 4 años en ese momento, si no me equivoco, es que... ¿qué mejor referente de la espontaneidad que un niño? quizás por eso fue...el tiempito que compartí con Maite lo compartí como una niña, no como la Guada de ahora, sino como la Guadita aquella, lejana, lontana.... pequeña (más aún)... me puse a su altura, y fue tan divertido! Jugé, corrí, me divertí y reí como si hubiese tenido su misma edad, otra vez... gracias Maite.
Ese niñito que todos (sí, todos) llevamos dentro hay que sacarlo a jugar de vez en cuando, dejarlo que tome el control de la situación, sino, pobrecito, se va a aburrir solo siempre ahí adentro... y nosotro aún más, solos siempre acá afuera...
En que lio os has metido??
ResponderEliminarYo soy el cuarto personaje...
Y el que gana.
Suerte, me alegraste el dìa.
Gracias por tu visita, pero...
ResponderEliminarQuisiera saber si te gusta lo que hago, una simple opinión lo mas objetiva posible.
Ahh por cierto, escribes bonito.
Gracias nuevamente.